Ésta es una reversión de la primera tira cómica que jamás haya hecho sobre el personaje. Originalmente la tira se llamaba simplemente «El subordinado libre» (ahora lo escribo con iniciales mayúsculas, ya que se transformó en el nombre dél). Jamás pensé que haría más de ellas hasta años después cuando
viajaba en una micro y, al ver un cartel que decía: «Subir sin pagar ya no sale gratis», se me ocurrió la brillante y no muy original idea de tachar el «ya no». Entonces me quedé pensando en lo excelente del formato de las manillas de la micro para presentar algo más interesante que esos cartelitos ridículos y, ahí mismo en un santiamén, esbocé, en medio de saltos y malas amortiguaciones, una tira llamada «Un niño y usted» con el personale del S. L., y desde ahí lo sigo dibujando. El mensaje de la que os presento a continuación tal vez pueda ahora parecer un poco más inmaduro con respecto al resto de las tiras, entonces creo que es relevante mencionar el contexto en que fue creada. La escribí cuando estaba yo todavía en el colegio para acompañar, a modo de burla, un ensayo antropológico sobre los derechos humanos que era a su vez una respuesta a la definición de libertad que había a la entrada de este asqueroso colegio. Nunca olvidaré tal definición; decía así: «Libertad: Es hacer y decir todo lo que queramos mientras no vaya en contra de la ley o de las buenas costumbres». Es una de las cosas más aterradoras que he visto, sobre todo por esos colores chillones y recortes infantiles de las grandes letras con las que estaba descaradamente escrito. Podemos, creo, darnos cuenta perfectamente de que tal definición bien podría ser la primera máxima de una normativa carcelaria (y en cierto modo lo era); la ley y las «buenas costumbres», sabemos, las crea el que tiene el poder de crerlas, generalmente sacando provecho de ello, y una definición así sólo podría servir como un medio para esclavizar. Como dije, es lo que hizo nacer al personaje.
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